Medir. Unidades de Medida

¿Qué es medir?

Es comparar la cantidad desconocida que queremos determinar y una cantidad conocida de la misma magnitud, que elegimos como unidad. Teniendo como punto de referencia dos cosas: un objeto (lo que se quiere medir) y una unidad de medida ya establecida ya sea en Sistema Ingles, Sistema Internacional, o Sistema Decimal.
Al resultado de medir lo llamamos Medida.
Si mido la longitud de un campo de fútbol empleando para ello el metro, y obtengo 90,5 metros significa que mi metros cambe en esa longitud 90,5 veces... pero si lo mido emplendo la longitud de mi mano abierta (lo que llamamos una cuarta), probablemente obtenga 410,87 cuartas. Ambos valores numéricos son válidos y representan lo mismo, pero al ser su base (unidad) de diferente tamaño, el resultado también lo es.
Metro Patrón:


Fotografía del metro patrón, hecho con una aleación de Platino e Iridio que se conserva en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas a una temperatura de 0ºC (para que su tamaño sea constante). Tiene formna de "viga" para evitar las deformaciones. Esta es una definición de metro antigua y muy poco precisa. Cada país que emplea el Sistema Métrico Decimal debe tener una copia de las unidades patrón.

A lo largo de la historia de los seres humanos han existido multitud de sistemas de medidas para todo tipo de magnitudes (magnitud es toda propiedad de un cuerpo que puede ser medida). Con el desarrollo del comercio se hizo necesario el empleo del mismo tipo de unidades de medida para poder llevar a cabo los intercambios. No fue un proceso fácil conseguir que todos los países adoptaran el Sistema Métrico Decimal como sistema de medida (en UK se habla aún de yardas, millas, etc…). Si trabajamos en diferentes unidades, debemos ser capaces de realizar cálculos, a veces complejos, para transformar unas unidades en otras: Normalización de unidades de medida.

La “normalización” es una actividad que tiene como finalidad la unificación de criterios de cara a facilitar el entendimiento entre las personas. Por ejemplo, gracias a la normalización hoy casi todos trabajamos con las mismas unidades de medida: longitud, superficie, capacidad, peso, etc.

Cuando medimos algo se debe hacer con gran cuidado, para evitar alterar el sistema que observamos. Por otro lado, no hemos de perder de vista que las medidas se realizan con algún tipo de error, debido a imperfecciones del instrumental o a limitaciones del medidor, errores experimentales, por eso, se ha de realizar la medida de forma que la alteración producida sea mucho menor que el error experimental que se pueda cometer.

La medida o medición es directa, cuando disponemos de un instrumento de medida que la obtiene, así si deseamos medir la distancia de un punto a a un punto b, y disponemos del instrumento que nos permite realizar la medición.

Al patrón de medir le llamamos también Unidad de medida. La Unidad de Medida debe cumplir estas condiciones:

1º.- Ser inalterable, esto es, no ha de cambiar con el tiempo ni en función de quién realice la medida.
2º.- Ser universal, es decir utilizada por todos los países.
3º.- Ha de ser fácilmente reproducible.

Otro día escribiré sobre las unidades de medida actuales aceptadas internacionalmente.

En España, desde 1849 era obligatoria la utilización del Sistema Métrico Decimal, aprobado por la Ley de Pesas y Medidas, cuyas equivalencias fueron publicadas el 28 de diciembre de 1852 en la Gaceta de Madrid (el precursor del Boletín Oficial del Estado actual).

Posteriormente, en el año 1960, 36 países (entre los que estaba España) acordaron por convenio la transformación del Sistema Métrico Decimal en el Sistema Internacional, que ha ido adoptándose en el resto del mundo, a excepción de algunos países anglosajones que mantienen su sistema propio. No obstante, poco a poco éstos también van cambiando. Recordemos que en enero de 2005 Irlanda adaptó sus límites de velocidad en carretera al Sistema Internacional de medidas, es decir las señales de tráfico de aquel país pasaron de indicar millas/hora a indicar kilómetros/hora.

Pero antes de esta unificación, en nuestros pueblos y ciudades se usaban otras unidades, que han caído en desuso con la implantación del sistema actual.

Aunque aquellas antiguas unidades se usaban en toda España, existían diferencias de unas regiones a otras en cuanto a sus valores. Por ejemplo una fanega de tierra no tenía la misma superficie en Andalucía que en Canarias. Incluso a veces estas diferencias existían dentro de una misma provincia en diferentes comarcas.

Por otro lado existían además unidades propias de cada región. Por ejemplo la “obrada de tierra” en Castilla, el “cuartán” de volumen en Cataluña, el “ferrado” para medir grano en Galicia o la “hemina” en León y Zamora. Ésto puede darnos una idea de la importancia que en su día tuvo la implantación de un sistema de unidades de medida único en todo el mundo para el entendimiento entre los pueblos.

Hay que tener en cuenta que sus equivalencias actuales son en algunos casos aproximadas, por lo que pueden contener errores. Ésto es debido a que para algunas de ellas no existían equivalencias oficiales, con lo cual estas referencias se establecían de forma artesanal. Por ejemplo en algunos lugares de España se utilizaba como unidad de medida la “brazada” que era la cantidad de algún material que se podía abarcar entre los brazos. Otro ejemplo es la “peona” que era la superficie de tierra que podía trabajar un hombre en un día.

Ésto puede darnos idea de lo indefinidas que podían llegar a estar algunas de estas unidades y de los problemas que ello conllevaba.
Por eso, y también para evitar la picaresca, existía en cada ayuntamiento una persona encargada de contrastar o “aferir” los pesos y medidas. Todos los establecimientos de venta de productos al peso o por medida estaban obligados a contrastar periódica periódicamente sus instrumentos de medida con los patrones oficiales del ayuntamiento.

Por otro lado una persona se encargaba de mediar en los conflictos entre vecinos cuando existían problemas de desacuerdo por ejemplo en una venta de cereal o en la medida de tierras.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada realizado en el año 1752, ya se hacía referencia a la persona que desempeñaba este oficio, a la cual el pueblo le pagaba anualmente la cantidad de 60 reales de vellón. Con el tiempo, esta figura y su oficio desaparecieron.

Aquí pongo unos cuadros con diferentes tipos de unidades de Castilla y León (España)

Unidades de Peso:
· Una fanega de cereal es el peso de cereal que cabe en el volumen de una fanega, es decir en 55,5 litros. De ahí derivaron también las siguientes unidades de medida de peso para cereales:
- FANEGA DE TRIGO: 94 libras. 43,2 kg.
- FANEGA DE CENTENO: 90 libras. 41,4 kg
- FANEGA DE CEBADA: 70 libras. 32,2 kg
Foto de fanega y celemines:

· Antiguamente el chocolate se vendía en tabletas de una libra de peso y estaban divididas en 16 porciones de una onza cada una. De ahí deducimos que puede haber derivado la denominación de una libra y una onza de chocolate, asimilándolas a la tableta y a sus porciones.

Unidades de longitud:
Una legua equivalía a la distancia recorrida por un hombre durante una hora de marcha a pie

Unidades de Superficie:

Algunas de estas unidades de superficie tienen el mismo nombre que las unidades de capacidad para granos ya que se asocian a la superficie de tierra que se puede sembrar con su cantidad correspondiente de trigo. Por ejemplo, la fanega de tierra o fanega de sembradura es la superficie de terreno en la cual se puede sembrar una fanega de trigo.

La hemina superficial de regadío es menor que la de secano porque en una tierra de regadío, al ser más fértil, se puede sembrar más cantidad de simiente por unidad de superficie, con lo cual la hemina de trigo se siembra en una superficie menor.

Medidas para áridos y granos:

Existían recipientes de madera para el cálculo de estas medidas. Por ejemplo existía el de media fanega, el de una hemina, el de un celemín, etc. Estos recipientes se llenaban de grano y enrasándolos daban la medida buscada de grano, sal, áridos, etc.

Unidades de capacidad (volumen) para vino y licores:

Una arroba de aceite es el volumen ocupado por el peso de una arroba (11,5 kg) de dicha aceite.

Medir es atribuir un número a una cualidad. Es compararla con una unidad de medida o criterio, para ver cuantas veces la contiene. Es determinar la proporción entre los objetos una unidad de medida referencial y estandarizada. La medición nos remite a determinar un estado, el mismo que contrastado frente al grupo nos da una opinión un mensaje en torno a sus atributos. La medición nos puede llevar a obtener datos, un dato a convertirse en información, la información en conocimiento y como afirman algunos estudiosos, el conocimiento a cimentarse en verdad.

Medir es aprender: Si establecemos a modo de semejanza que el proceso de medición y el resultado final, el valor medido, es un medio de ampliar y complementar la capacidad sensorial del hombre y que esta capacidad está asociada con su actividad cerebral, podemos decir que medir es aprender. Continuando con este razonamiento que medir es aprender o adquirir el conocimiento de alguna cosa, llegamos al saber que es conocer dicha cosa y, por lo tanto, entramos en una secuencia de acontecimientos vinculados entre sí que conducen al mejoramiento y constante crecimiento de nuestro entendimiento o, dicho de otra manera, inteligencia.

Unidades de medida y arqueo de buques

Curiosas medidas

Para saber más

Ismael

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